Los hábitos alimentarios de los españoles se han modificado negativamente con un aumento de grasas a expensas de los hidratos de carbono (arroz, pasta o pan) en los últimos 40 años y se han alejado del modelo tradicional de la dieta mediterránea
AGENCIAS. Madrid Domingo, 24 de enero de 2010
Asturianos y navarros son los ciudadanos que más calorías consumen en España en su dieta, con una media diaria de 2.735 y 2.697, respectivamente, mientras que los murcianos son los que menos, con 1.931, aunque la calidad de sus grasas es peor. Según concluye el último estudio del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, los hábitos alimentarios de los españoles se han modificado notablemente en los últimos 40 años y se han alejado del modelo tradicional de la dieta mediterránea.
En estas últimas décadas, el consumo medio de energía ha disminuido en unas 300 kilocalorías, lo que ha repercutido de manera negativa en el perfil calórico, que se caracteriza por un elevado aporte de lípidos (grasas), a expensas de los hidratos de carbono (arroz, pasta o pan).
El perfil calórico refleja la distribución de calorías según procedan de proteínas, grasas o de hidratos de carbono.
Así, según este estudio, los ciudadanos de Asturias son quienes realizan una mayor aportación de lípidos, lo que les llevó a una mayor ingesta energética (2.735 kilocalorías al día), seguidos de los de Navarra (2.697), Castilla y León (2.679) y Cantabria (2.678).
Por contra, Murcia se situó en el extremo contrario, con 1.931 kilocalorías diarias, la única comunidad que está por debajo de las 2.000 kilocalorías al día aunque la calidad de las grasas que consumen, destaca el informe, es peor que la media.
Al estudiar la calidad de la dieta en las distintas comunidades autónomas, el perfil calórico de Andalucía fue el que más se ajustó al recomendado, con un 14 por ciento de proteínas, un 39 por ciento de lípidos y un 45 por ciento de hidratos de carbono.
El menú medio consumido por los españoles está formado, ordenado por cantidad, por leche y derivados, frutas, verduras y hortalizas, cereales, carnes y productos cárnicos, pescados, aceites y grasas, precocinados y huevos, aunque también hay una elevada ingesta de bebidas sin alcohol y alcohólicas.
Según los parámetros aconsejables, los españoles comen más carne y derivados de lo recomendado, mientras que, por el contrario, toman menos de lo que sería deseable de cereales y sus derivados, verduras y hortalizas, frutas y leguminosas.
Las diferencias por comunidades son palpables en todos los casos.
Navarra, Murcia y Cataluña son las regiones que consumen más verduras, frente a los casos de Extremadura o Asturias; Galicia encabeza el gasto en azúcares y edulcorantes artificiales (azúcar, chocolate, miel o sacarina) y también en aceite.
Por productos específicos, los mayores consumos de lechuga y espárragos se observan en Navarra; tomates y habas, en Murcia; berenjenas, en Baleares, y calabaza, calabacín y guisantes, en Canarias.
En La Rioja en cambio es donde se toman más legumbres, poco más de 14 gramos diarios por cada ciudadanos.
Ha descendido notablemente el consumo de patata en los últimos años y es Cantabria la que se sitúa a la cabeza, con unos 97 gramos por persona al día, cuando hace diez años esta cantidad superaba los 300 gramos, por ejemplo, en Galicia.
Baleares es donde menos pan toman (83,2 gramos al día cada persona), menos de la mitad que en Extremadura (187 gramos).
Se observa una tendencia al alza en el consumo de frutas, que tienen una distribución bastante homogénea por todo el territorio nacional, aunque destacan los castellanoleoneses, con casi 350 gramos diarios.
Castilla y León es también la comunidad con más consumo de carnes y sus derivados (184 gramos), mientras que Cantabria y Galicia, por su parte, lideran el ránking de pescados.
El norte de España, con Cantabria y Asturias como zonas clásicas de producción lechera, es donde se consume más leche y sus derivados, en tanto que Baleares, Canarias y la Comunidad Valenciana es donde menos.
Los navarros son quienes más huevos consumen, con 3,8 unidades a la semana, mientras que los baleares son los que menos, con 3,4.
Andalucía, señala el estudio, es la comunidad autónoma en la que se ingieren más bebidas alcohólicas.
Como media, no obstante, el consumo de alcohol se encuentra dentro de los límites aconsejados para personas adultas y no supera el 10 por ciento de la energía total de la dieta.
Un mayor nivel socioeconómico se corresponde con más consumo de leche y derivados, carnes y productos cárnicos, pescados y mariscos y bebidas, y un menor consumo de precocinados, especifica el estudio.