Se ha demostrado que las mutaciones genéticas no hereditarias causan más de la mitad de los casos de esquizofrenia
El Semanal Digital 8 de agosto de 2011
Investigadores del Medical Center de la
Universidad de Columbia han demostrado que nuevas mutaciones
genéticas que alteran las proteínas --errores genéticos
presentes en los pacientes pero no en sus padres-- están
relacionadas con más del 50 por ciento de los casos de
esquizofrenia no heredada. Los resultados han sido
publicados ´on-line´ en el último número de ´Nature
Genetics´.
Un grupo de investigadores liderado por la doctora Maria
Karayiorgou y el doctor Joseph A. Gogos, examinó los
genomas de pacientes con esquizofrenia y los de sus familias,
así como los de grupos de control sanos. Todos los sujetos
pertenecían a una población genéticamente aislada, eran
habitantes de Sudáfrica con ascendencia europea.
Los hallazgos se basaron en estudios anteriores realizados por
Karayiorgou, profesora de psiquiatría en el Medical Center de la
Universidad de Columbia. Hace más de 15 años, Karayiorgou y sus
colaboradores describieron una rara mutación "de novo"
presente el 1-2 por ciento de los casos esporádicos de
esquizofrenia. Con los nuevos avances tecnológicos,
hace tres años el equipo de Columbia fue capaz de disponerse a
encontrar el genoma completo en la búsqueda de lesiones
similares que inserten o extraigan pequeños trozos de ADN. Las
mutaciones encontradas representan alrededor del 10 por ciento de
los casos esporádicos.
Animados por su progreso, los científicos se dispusieron a
averiguar si otras mutaciones, previamente indetectables,
representaban un porcentaje aún mayor de casos esporádicos.
Mediante la técnica de "secuenciación profunda", que
examina las bases de nucleótidos de casi todos los genes en el
genoma humano, encontraron 40 mutaciones, todas
de genes diferentes. Los resultados señalan el camino hacia la
búsqueda de más mutaciones que contribuyan a la genética de la
esquizofrenia; un paso necesario para comprender cómo se
desarrolla la enfermedad.
"La identificación de estos daños mutaciones ´de
novo´ ha transformado radicalmente nuestra comprensión
de las bases genéticas de la esquizofrenia", afirma el
doctor Bin Xu, profesor de neurobiología en el Medical Center de
la Universidad de Columbia y co-autor del estudio.
"El hecho de que las mutaciones de los genes sean
diferentes", explica Karayiorgou, "es particularmente
fascinante. Este hecho sugiere que un número aun mayor de
mutaciones puede contribuir a la esquizofrenia. Esto ocurre,
probablemente, debido a la complejidad de los circuitos
neuronales que se ven afectados por la enfermedad; muchos genes
están implicados en su desarrollo y función". Karayiorgou
y su equipo buscan ahora mutaciones recurrentes, que puedan
aportar pruebas definitivas de que una mutación específica
contribuye a la esquizofrenia.
El número potencialmente elevado de mutaciones hace que una
aproximación de terapia génica para el tratamiento de la
esquizofrenia sea poco probable. Los investigadores sospechan,
sin embargo, que todas las mutaciones afectan a los mismos
mecanismos neuronales. "A través de la utilización de
métodos innovadores de la neurociencia", afirma el doctor
Joseph Gogos, profesor de fisiología y neurociencia en el
Medical Center de la Universidad de Columbia, "esperamos
identificar las disfunciones del circuito neuronal, y
eventualmente desarrollar un tratamiento".
Los resultados del estudio también ayudan a explicar dos
enigmas: la persistencia de la esquizofrenia, a
pesar de que las personas con la enfermedad no suelen pasar las
mutaciones a sus hijos; y la alta incidencia mundial
de la enfermedad, a pesar de las grandes variaciones del contexto
ambiental.